Este Domingo sin nubes, al caminar, especulaba acerca de como la identidad personal se diluye en la determinación, y cómo para conformar esta identidad se necesitan memoria, sendas recorridas...
Creo que el caos siempre precede al orden. Y que la construcción de lo nuevo no es lineal, tiene altibajos, se encuentra con circunstancias, se acelera, ralentiza, nos sorprende, nos agita, nos destroza...
Este paso de lo desestructurado a lo organizado, a sistemas más complejos, tiene una lógica interna que parcialmente vamos desvelando. Pero ¿qué mueve este paso? ¿que hay de ese desarrollo que subyace en todo proceso que nos rodea?... Sigo caminando...
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